martes, 28 de abril de 2015

Las Lágrimas de Daniel

En la foto:  Daniel Antonio Céspedes (Alias: "Lagrimita")


Conocí a Daniel hace unos dos años, mientras caminaba por las calles de nuestra ciudad junto a mi hijo menor, Miguel Ángel. Nos encontramos a Daniel trabajando como limpiabotas y mi hijo, tratándolo con mucha consideración y cariño, me lo presentó:  "El es Lagrimita". 

La primera impresión que me causó, al ver a los ojos a Daniel, el primer pensamiento que llegó a mi mente fue: "tiene la mirada de un ángel". Daniel se puso contento porque mi hijo le estaba presentando a su Madre y me contó que la suya estaba en el hospital, muy enferma. Me preguntó si yo podía llamarla para saludarla y ver como estaba. Le dije que sí, que podía llamarla y Daniel me dio el nombre y el número del celular de su mamá.  

Daniel me pidió que le regalara una Biblia. También me contó que había recibido muchos balazos y que lo habían dado por muerto.  "Pero, a los tres días resucité", me dijo. 

A mí se me hizo un nudo en la garganta. "Que Dios la bendiga", fueron sus palabras de despedida. 

Solo conversamos durante un par de minutos, pero me pareció que era una persona de corazón noble, inocente, como un niño grande. Luego le pregunté a mi hijo que de dónde le conocía y me contó que lo había visto caminando por ahí y le había preguntado su nombre y así comenzaron a conversar.  

Llamé a la Madre de Daniel y me presenté como la madre de un amigo de su hijo. Noté por su reacción, su voz, que ella parecía haberse puesto contenta, al escuchar esto.  Me dijo que su hijo era un muchacho bueno, a pesar de que había caído preso varias veces; que él trabajaba de limpia botas y andaba en las calles porque no había podido estudiar, no contaba con un padre proveedor y la gente lo juzgaba mal y lo rechazaban porque tenía muchos tatuajes (y que estos tatuajes, eran "errores de juventud"). Del poco dinero que Daniel producía, le llevaba a su familia para comprar algo de alimentos, para la cena. 


Visita al Centro de Corrección y Rehabilitación de La Isleta

El 27 de abril 2015, visité por primera vez el Centro de Corrección y Rehabilitación de La Isleta, para hablarle a los privados de libertad sobre su rehabilitación y reinserción a la sociedad. 

Allí me encontré a Daniel, a quien no había vuelto a ver.  Me le acerqué y le pregunté: "Lagrimita! Porqué estas aquí?". Me respondió que lo atacaron, lo machetearon y dieron por muerto. De nuevo se salvó, pero lo privaron de su libertad.  Le dieron tres meses de prisión preventiva, pero ya lleva cinco meses encerrado.  No entendí de qué se le acusa, si él fue el atacado a machetazos.  

Mientras le hablábamos a 66 privados de libertad, de los casi 800 que hay actualmente encerrados allí, observaba sus rostros y me preguntaba: Cuál será su historia? Cómo es que alguien llega hasta este punto de autodestrucción? Qué tenemos que hacer, como Sociedad, para evitar que nuestros hijos -los hijos de nuestra Sociedad- cometan esos errores que los conducen a pagar estas consecuencias que -de alguna manera u otra- pagamos todos? Qué realmente necesitan estas personas?  Será este un remedio efectivo? Privarles de su libertad y encerrarlos todos juntos? Y después que cumplen su condena, y recuperan su libertad, qué pasa con ellos? Qué hacen? Cómo son recibidos por la sociedad?


Palabras del Maestro Amajur

Dice el Maestro Amajur, en el documento "Guía para el Despertar Espiritual" lo siguiente:

- "Lo que la sociedad debería enfatizar es en desarrollar una terapia psicológica para los presos, psicólogos especializados en regeneración de personas, en readaptación de seres, reeducadores de criminales, eso es lo que la sociedad debería estar promoviendo".

- "La sociedad misma promueve las infecciones, promueve el crimen, promueve los asaltos y finalmente, los junta, los reentrena en técnicas cada vez más sofisticadas de criminalidad y los deja libres después de haber purgado una condena, totalmente amargados, inadaptados para la sociedad y con deseos de vengarse.  Esa es la función de las cárceles, ese es el fruto de una sociedad que no ha entendido la realidad de la psiquis humana".

- "Es el Amor, sin duda, la más grande de las terapias psicológicas; pero la sociedad, lo que menos da a los criminales es amor.  Comprendamos pues la raíz de los problemas y cuál es la solución".

- "Pongamos manos a la acción y veremos entonces florecer a una sociedad que buscará por todos los medios la Felicidad de todos sus integrantes y que alcanzará cada vez mayores niveles de bienestar colectivo".


Que Así Sea. 



I. Fuentes Consultadas:  

http://es.scribd.com/doc/87707177/Despertar-Espiritual#scribd


http://almaalada.ning.com/profiles/blog/la-reeducacion-de-la-humanidad


II. Fuente de la Foto:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=371787412984980&set=a.371783016318753.1073741828.100004611738815&type=1&theater



III. Monografías Tseyor relacionadas:


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